lunes, 20 de mayo de 2013

METRO MOSCÚ


El Metro de Moscú tiene un ancho de vía de 1520 mm, igual que los ferrocarriles rusos y un tercer riel de 825 V CC para el suministro eléctrico.
La distancia media entre estaciones es de 1800 m, siendo la menor de 502 m entre las estaciones Delovoy Tsentr y Mezhdunaródnaya y la mayor de 6627 m entre las estaciones Krylátskoye y Strógino. Las largas distancias entre estaciones permite que la velocidad comercial promedio sea de 41,61 km/h.
Desde el comienzo de la construcción del metro de Moscú las plataformas de las estaciones se han hecho con un largo mínimo de 155 m con el fin de dar cabida a los trenes de ocho coches. Las únicas excepciones son algunas de las estaciones de la línea Filióvskaya (Delovoy Tsentr, Mezhdunaródnaya, Studéncheskaya, Kutúzovskaya, Filí, Bagratiónovskaya, Filiovski Park y Pionérskaya) que sólo admiten trenes de seis coches.
Los trenes de las líneas 2, 6, 7, 9 y 10 constan de ocho coches, los de las líneas 1, 3, 8 de siete coches y los de las líneas 4, 5 y 11 de seis coches. Todos los vehículos (tanto la serie E como la serie 81) tiene 19,6 m de largo y cuatro puertas en ambos lados.
Los trenes del metro de Moscú son idénticos a los utilizados en las redes de metro de otras ciudades de la antigua Unión Soviética, como (San PetersburgoNovosibirskMinskKievJárkov, etc) y como en las redes de metro de ciudades de antiguos países del bloque soviético, como BudapestSofía y Varsovia.







Selene
Alejandra
Diana
Luis
Ivonne
Jaime

LA PLAZA ROJA


Separa el Kremlin, la fortaleza real donde actualmente reside el presidente de Rusia, del barrio histórico comercial de Kitay-górod. De ella parten las principales calles de Moscú en todas direcciones, prolongadas en autopistas hasta fuera de la ciudad. Por ello es considerada la plaza como el centro de la ciudad y de toda Rusia.
La zona donde está situada la plaza estaba originariamente poblada por edificios de madera, pero fue limpiada por Iván III de Rusia, ya que eran susceptibles de arder con facilidad. La nueva plaza sirvió como lugar para los mercados, más tarde para ceremonias públicas y proclamaciones, incluso para coronar a los zares.
El nombre de Plaza Roja no proviene del color de los ladrillos que la rodean, ni tampoco es referencia al color rojo del comunismo. Más bien deriva de la palabra rusa Красная1 (Krásnaya), que significa "roja", pero en el antiguo rusosignificaba "bonita", es decir, la plaza bonita. La palabra en un principio se usaba para nombrar la Catedral de San Basilio (del siglo XVI), con el sentido de bonito, y más tarde el nombre recaló en la plaza cercana. Se cree que la plaza adquirió su actual nombre, reemplazando el antiguo, Пожар (Pozhar), en el siglo XVII.
En la plaza se encuentran el patíbulo, el monumento a Minin y a Pozharsky, además del mundialmente famoso sepulcro (mausoleo) de Lenin. En la muralla del Kremlin están sepultadas grandes figuras de la URSS y relevantes militantes comunistas (como el líder Iósif Stalin, el cosmonauta Yuri Gagarin, el periodista y escritor estadounidense John Reed, algunos altos jefes militares, etc).

IDIOMA


Los 160 grupos étnicos de Rusia hablan en unos 100 idiomas. Según el censo de 2002, 142,6 millones de personas hablan en ruso, seguido por el tártaro con 5,3 millones y alemán con 2,9 millones. El ruso es el único idioma oficial a nivel estatal, pero la Constitución concede a las repúblicas de Rusia el derecho a declarar su idioma nativo como cooficial junto al ruso. A pesar de la difusión, el idioma ruso es homogéneo en Rusia. El ruso es uno de los idiomas más difundidos de Eurasia y el idioma eslavo más hablado. El ruso pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas y es una de las lenguas vivas del subgrupo de lenguas eslavas orientales, junto con el ucranianobielorruso y rusino. Ejemplos escritos del antiguo ruso datan del siglo X en adelante.
Más de un cuarto de la literatura científica del mundo se publica en ruso. El ruso se utiliza para codificar y almacenar el conocimiento universal: entre 60% y 70% de toda la información mundial se publica en inglés y ruso. El idioma ruso tiene una gran importancia regional, particularmente en las Ex Repúblicas Soviéticas. Es uno de los seis idiomas oficiales de la ONU, y uno de los cuatro idiomas de trabajo en la OSCE. El año 2007 fue designado Año Internacional de la Lengua Rusa.

lunes, 13 de mayo de 2013

DESFILE EJERCITO RUSO

FEDERACIÓN RUSA:

 RUSIA: LA HISTORIA DE LA TIERRA SIN FIN

Tanto las tropas napoleónicas como las de la Alemania Nazi cayeron en Rusia, en épocas distintas, pero de la misma manera: los rusos retrocedieron, dejando a sus enemigos a merced de la inmensidad, el frío… Más allá de estrategias militares, este movimiento es una clave para entender la historia rusa: cualquiera que quiera tener allí algún poder, tiene que vérselas con una extensión ingobernable y una sociedad inabarcable. Desde Iván el Terrible hasta la URSS de Stalin, la dinastía Romanov y la revolución Bolchevique, todo en esta historia es desmesurado, gigante, trascendente en el tiempo y el espacio, en la Historia y el mundo.



DE LOS ESLAVOS A LA DINASTÍA ROMANOV

El inmenso territorio ruso estuvo poblado desde tiempos paleolíticos por diversas tribus. Hacia el siglo VI los pueblos eslavos se asentaron en los territorios que van desde la actual Polonia hasta la región balcánica. En el siglo VIII, el ejército vikingo fundó el reino de Kiev. Llegado el siglo X, el reino de Kiev era un poderoso actor político y comercial, fortalecido por la consolidación de la Iglesia Ortodoxa Rusa y por los recursos que lograba por el comercio entre el sur y el norte de Europa.
En el siglo XI el reino de Kiev se desintegró en una multitud de principados unidos que apenas pudo resistir el avance arrollador de los mongoles liderados por Gengis Khan a partir del año 1.223. La mayoría de los sobrevivientes escaparon hacia el norte, éxodo que trasladó el eje del poder: la nueva sede del reino ruso pasó a ser Moscú.
Las invasiones mongolas continuaron en los años siguientes, al tiempo que Suecia y Lituania lanzaban incursiones sobre el oeste ruso para apropiarse de sus territorios. La resistencia del príncipe Aleksandr Nevski, con apoyo de los mongoles, comenzó a esmerilar el sentimiento de unidad de los rusos.
El príncipe moscovita Iván II El Grande inició una política de expansión territorial. Llegado el siglo XV, Rusia había multiplicado su territorio.
En 1547 asumió el principado de Moscú Iván IV, “El Terrible”, quien se proclamó Zar de Rusia y ejecutó una política de concentración del poder que llevó a la muerte o el exilio a los nobles que se negaron a someterse a su poder. En 1571 los tártaros de Crimea llegaron a Moscú y la devastaron. Otras guerras contra las potencias fronterizas del oeste llevaron a la ruina al reino.
En 1613, Miguel Romanov fue nombrado zar con el título de Miguel I. Tras firmar una tregua con los estados europeos que amenazaban sus fronteras, Miguel I procedió a pacificar el país. La pesada carga impositiva y los abusos de los nobles provocaron la primera rebelión campesina en 1667.


LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE

El inicio de la Primera Guerra Mundial encontró a Rusia poco preparada y en medio de una profunda tensión social por los excesos represivos y la autocracia del Zar. El sistema de alianzas lo obligó a atacar a los alemanes y austriacos, mientras enfrentaba una nueva guerra en el sur contra los otomanos aliados de sus adversarios.
Los reveses en el frente de batalla provocaron la rebelión de febrero de 1917, que destituyó al Zar y formó un gobierno provisional con representación de todas las fuerzas políticas. El nuevo gobierno pretendía instaurar un régimen liberal y parlamentario. Pero el 17 de octubre los bolcheviques liderados por Vladimir Lenin y León Trotsky organizaron una revuelta de los soviets que desalojó a sus adversarios del poder. En 1918, el zar y su familia fueron asesinados por el gobierno revolucionario, dando por terminada la dinastía Romanov.
El gobierno comunista presidido por Lenin procedió a la abolición de la propiedad privada y la instauración de un sistema de partido único modelado de acuerdo al ideario marxista. Se inició un proceso de industrialización acelerada.
La muerte de Lenin el 21 de enero de 1924 dio paso al gobierno de Josef Stalin. El nuevo mandatario avanzó en la centralización del poder y eliminó cualquier indicio de disenso mediante purgas que condujeron a la muerte y presidio de millones de rusos. Además implementó un fallido programa de colectivización forzada del campo que trajo una de las peores hambrunas de la historia del país y la muerte por inanición de al menos 10 millones de personas. Stalin también consolidó el resurgimiento económico y militar de la URSS y le dio proyección internacional al iniciar un programa de expansión de la revolución a otros países del planeta.
En 1939 Stalin aprobó la firma de un acuerdo de no agresión con la Alemania Nazi, conocido como Pacto Molotov Ribbentrop. Al iniciarse el ataque alemán a Polonia, tropas soviéticas ocuparon la mitad de Polonia y cometieron numerosos abusos contra la sociedad y las propiedades del país invadido. Luego invadieron Finlandia, que tras una valerosa defensa con fuerzas muy inferiores debió rendirse y hacer concesiones territoriales a los soviéticos.


LA FEDERACIÓN RUSA Y EL POS-COMUNISMO

En 1991, Rusia firmó un acuerdo con ocho ex republicas soviéticas para crear una Federación que la tendría por socio principal. El 18 de agosto de ese año, un grupo de la vieja guardia comunista intentó llevar adelante un golpe de estado, que fue conjurado por la intervención enérgica del presidente de la Federación Rusa, Boris Yeltsin. El fracaso del golpe proyectó a Yeltsin al poder. El Partido Comunista fue disuelto e ilegalizado y el 25 de diciembre se anunció formalmente el fin de la URSS. El 3 de diciembre de 1993, los sectores del Parlamento que se oponían a Boris Yeltsin y su creciente acumulación de poder, intentaron recortar el poder del presidente. En respuesta, Yeltsin ordenó que el ejército bombardeara el Parlamento y luego disolvió el cuerpo legislativo.
El periodo de poscomunismo se vio signado además por la puja entre los grupos políticos por prevalecer dentro del nuevo sistema democrático. Pero además, introducidas las primeras reformas capitalistas, se inició un proceso de apropiación de los bienes que antes pertenecieron al estado en un marco de competencia que no excluía las prácticas mafiosas. Fueron tiempos de crisis económica y empobrecimiento de una gran parte de la población, mientras los nuevos magnates solidificaban fortunas cuantiosas a expensas de los bienes públicos.
Con la llegada del nuevo milenio la economía rusa comenzó a mostrar signos de mejora. El liderazgo del presidente Vladimir Putin logró recuperar una parte del control estatal sobre el sistema económico al tiempo que reconstruía el rol de Rusia como superpotencia, esta vez como competidor y no como enemigo de las naciones occidentales más poderosas.




lunes, 6 de mayo de 2013

MONUMENTO


INICIO HISTORIA

HISTORIA

La historia de Rusia empieza con la llegada de los eslavos orientales, el grupo étnico del que posteriormente derivarían los rusosucranianos y bielorrusos.
El primer estado eslavo oriental fue la Rus (o principado) de Kiev, que adoptó el cristianismo por la importante influencia del Imperio bizantino en 988, comenzando así la fusión entre las culturas eslava y bizantina que caracterizaría la rusa durante los siguientes siete siglos. El Rus de Kiev se desintegraría finalmente en varios reinos que competirían entre sí por figurar como herederos de su civilización y por el predominio territorial en la zona y que acabaron bajo dominio mongol.
Tras el siglo XIIIMoscovia llegó progresivamente a dominar el antiguo espacio cultural. Llegado el siglo XVIII, el principado de Moscú había llegado a convertirse en el vasto Imperio ruso, abarcando desde Polonia hasta el océano Pacífico. La expansión hacia el Oeste avivó la conciencia rusa de atraso con respecto a los países europeos y acabó con el aislamiento de los primeros tiempos. Los sucesivos regímenes del siglo XIX respondieron a dichas presiones con una combinación de reformismo tímido y represión. El feudalismo ruso fue abolido en 1861, pero en unos términos desfavorables para el campesinado y sirvió para incrementar las presiones revolucionarias. Entre la abolición de la servidumbre y el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914, las reformas de Piotr Stolypin, la constitución de 1906 y la Duma Estatal introdujeron notables cambios en la economía y la política del país, sin embargo, los zares no estuvieron a la altura de las circunstancias para ceder poder autoritario. El último monarca, el zar Nicolás II, reinó hasta 1917.
La derrota militar en la Primera Guerra Mundial y la escasez de comida allanaron el camino a la Revolución Rusa de 1917, que colocó en el poder a los bolcheviques dirigidos por Vladímir Lenin. Entre 1922 y 1991, la historia de Rusia es esencialmente la Historia de la Unión Soviética, un Estado federal que ocupó una extensión territorial similar a la del antiguo Imperio Ruso. La Unión Soviética se configuró como un Estado socialista de partido único bajo la dirección del Partido Comunista, aboliéndose la propiedad privada de los medios de producción e instaurándose un sistema de economía planificada. A finales de los años 80, siendo crítica la debilidad de su estructura económica y política, ciertos cambios en la ejecutiva del partido y en la economía marcaron el fin de la Unión Soviética.
La Historia de la Federación Rusa propiamente dicha es corta, remontándose su nacimiento a la disolución de la Unión Soviética a fines 1991. Sin embargo, Rusia ha existido como Estado durante más de mil años, siendo durante gran parte del siglo XX el núcleo de la URSS, del que Rusia es sucesor legítimo y legal en la escena internacional.
Rusia intentó construir una economía de mercado mediante el abandono de la planificación centralizada y la propiedad estatal y cooperativa que constituían la base de la organización económica soviética, con resultados frecuentemente traumáticos. A pesar de los vaivenes, Rusia todavía conserva hoy una continuidad cultural y social con su pasado zarista y luego socialista. Permanece la incógnita de cómo evolucionarán sus nuevas instituciones federales con el paso del tiempo, pues el poder ejecutivo continúa manteniendo gran influjo sobre el parlamento, los gobiernos regionales y la sociedad civil en general.